No es posible detenerlos. Ni con la negativa del Estado. En su reino de taifas y taimados hacen lo que les sale de… Primero era para obtener grandes beneficios (unos pocos), ahora es por eso y porque “a mí nadie se me sube a las barbas” (Goz-Rita dixit).
Stop a los derribos del Cabanyal. Por una ciudad para el pueblo y sin especuladores. Ojo, la próxima “actuación urbanística” te puede pasar a ti, en tu ciudad, en tu pueblo. No te olvides de El Cabanyal.